Resumo:
La corrosión es el principal mecanismo de deterioro que presentan los metales por acción del medio ambiente. La corrosión de barras de refuerzos de acero en el hormigón armado es un problema que afecta la estabilidad estructural de construcciones y compromete la seguridad quienes las emplean. Las patologías asociadas a corrosión de las armaduras incluyen manchas de óxido, grietas y/o delaminaciones en revestimientos, e incluso desprendimientos de material. Las inspecciones reflejan que, en la mayoría de los casos, los problemas de corrosión se originan por una combinación de defectos constructivos y de diseño, empleo de materiales inapropiados y, falta de mantenimiento y monitoreo.
En ambientes con agentes agresivos como cloruros, sulfatos y sulfuros, la exposición de las estructuras a éstos o el empleo de áridos contaminados con sales suele ser la principal causa del daño. Cuando se alcanzan niveles críticos de contaminación por estos agentes en la superficie de las armaduras se inicia el deterioro de los refuerzos. Si se efectúa un control de las materias primas y adecuadas inspecciones durante la vida en servicio de las estructuras, se puede lograr una vida útil prolongada. A partir de esto surge la necesidad de diseñar un programa de mantenimiento dedicado, aún en los casos donde el problema ya exista, es posible realizar un diagnóstico exhaustivo mediante inspecciones realizadas por personal calificado y entrenado que permita recomendar procedimientos de reparación para extender la vida útil de las estructuras en óptimas condiciones de servicio y manteniendo los estándares de seguridad.
En este trabajo se estudiaron las técnicas aplicables para determinar las
concentraciones de contaminantes que permitan estimar el daño en la estructura
analizada y las posibles patologías asociadas a estos contaminantes.
Mail del autor María Paula Bereilh <paubereilh@gmail.com>