Resumo:
La calidad de un implante depende de su capacidad para integrarse a los tejidos y cuán resistente resulte a la corrosión en medio biológico. El estudio in vitro de estos dos aspectos puede realizarse mediante técnicas electroquímicas en solución fisiológica simulada, con ayuda de técnicas de caracterización superficial. En este trabajo se plantea el anodizado de circonio como tratamiento para lograr óptimas condiciones de superficie, que faciliten la durabilidad del implante y faciliten la oseointegración, haciendo del circonio un material viable para este uso.
Se caracterizaron películas anodizadas potenciostáticamente a 30, 60, 90 y 120 volts, en solución 1 mol/litro de H3PO4, por medio de EDS, espectroscopía Raman y DRX y se concluyó que el óxido de circonio formado en el anodizado se presenta principalmente en fase monoclínica. Además, mediante microscopía Raman, se detectó la presencia de fosfatos, incorporados del electrolito, que podrían favorecer el depósito in vivo de hidroxiapatita, llevando a una mejor integración ósea.
Por otro lado, por medio de ensayos electroquímicos, se determinó que el óxido crecido a 60 volts es el que resulta en un film de mayor integridad y mayor resistencia a la corrosión.
El tratamiento de anodizado en solución de H3PO4, de concentración 1 mol/litro, a 60 volts, permite obtener una película de óxido de circonio, de aproximadamente 170 nanómetros de espesor, que resulta en una baja velocidad de liberación de iones al medio biológico. El anodizado en dicho medio permite introducir en la composición del óxido especies bioactivas que pueden facilitar la oseointegración. Por lo tanto, se concluye que el circonio, anodizado en las condiciones estudiadas en este trabajo, es un material promisorio para implantes permanentes.