Resumo:
En este trabajo se diseñó un protocolo para la reutilización del hormigón fresco residual que retorna a la planta de elaboración. El objetivo principal fue incorporarlo en nuevas mezclas de concreto, minimizando el impacto ambiental asociado a su disposición final y reduciendo los costos de producción. En este estudio se utilizó un hormigón (base) con resistencia a la compresión característica de 30 MPa (H-30), por ser la formulación más empleada en la zona. Se evaluó el desempeño de este hormigón al sustituir en 10%, 20% y 30% en peso con hormigón
fresco residual. Para ello, se analizaron las propiedades relevantes de los agregados y de los materiales de partida utilizados en el diseño. Sobre la formulación base se determinaron propiedades en estado fresco, tales como densidad, contenido de aire, asentamiento y tiempo de
fraguado. En particular, se estudió la variación del asentamiento en el tiempo, simulando en laboratorio las condiciones de transporte a obra y el eventual retorno a planta. Asimismo, se evaluaron las propiedades en estado fresco y endurecido de los hormigones que incorporan el
residuo. La inclusión del hormigón fresco residual no generó cambios significativos en la resistencia a la compresión de los hormigones sostenibles. Finalmente, el análisis económico evidenció un ahorro considerable en los costos de producción, consolidando este método como
una alternativa sostenible y viable para la industria.