La ciudad de Mar del Plata en la actualidad cuenta un sistema de transporte público de pasajeros con una flota estimada en 408 de autobuses, los cuales recorren alrededor de 35 millones de kilómetros por año. Si bien, dichas líneas transitan vastas extensiones de ésta ciudad y Batán, poseen un diagrama de recorrido que obliga a la gran mayoría de las líneas a circular en cercanías del micro y macrocentro. Corredores como la intersección entre las avenidas Pedro Luro e Independencia, 25 de Mayo y San Luis o Bulevar Marítimo y San Martin son claros ejemplos de recorridos de alta concentración de autobuses de Transporte Público de Pasajeros (TPP) que dejan su impronta marcada de las emisiones de gases contaminantes como por ejemplo el material particulado y el hollín sobre las fachadas de los edificios aledaños. Otra de las problemáticas que conlleva esta situación son las relacionadas al bien estar de los vecinos y trabajadores que residen o cumplen su jornada laboral en cercanías de dichos recorridos. Aquí, el nivel de ruido y emisiones de gases contaminantes se vuelven una amenaza directa a la salud de las personas. Altas concentraciones de gases contaminantes, sumado a elevados tiempos de exposición generarían en las personas afectadas enfermedades respiratorias graves, con lo que conlleva a gastos hospitalarios y de internación. Una solución a dicha problemática serían los vehículos con tecnología híbrida, los cuales combinan una fuente primaria como los motores de combustión interna y una fuente secundaria como el motor eléctrico alimentado por un grupo de energía. En la actualidad, países como Alemania y Estados Unidos son pioneros en el desarrollo de la tecnología híbrida, con lo cual han avanzado y logrado vehículos con gran autonomía reduciendo niveles de ruido, consumo de combustible fósil y emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. En Latinoamérica, Brasil lidera el mercado con plantas automotrices de firmas como Volvo, Mercedes-Benz y Marcopolo que se encuentran en pleno desarrollo y fabricación de buses híbridos, en tanto que Argentina cuenta con la firma TATSA con apoyo de EATON para el desarrollo a baja escala de autobuses híbridos. El estado nacional juega un rol importante debido que se encuentra involucrado en el área del Transporte Público de Pasajeros comprometido seriamente con costos directos e indirectos de los mismos. Como costo directo principal se puede nombrar la participación en subsidios al combustible Gas Oil, en tanto los costos indirectos son más difíciles de percibir pero a largo plazo representan sumas importantes, los mismos son: costos por emisiones de CO2, externalidades hospitalarias e internación causadas por enfermedades respiratorias derivadas por inhalación de gases contaminantes. Por lo tanto, el objetivo del trabajo es abordar dicha problemática sobre la base de un exhaustivo análisis técnico de las diversas arquitecturas híbridas disponibles en el mercado actual e identificar cuáles de ellas se adaptan a las condiciones actuales requeridas en la ciudad de Mar del Plata. Se analizarán las normativas ambientales vigentes con un marco nacional e internacional, para así desarrollar un estudio de factibilidad económica sobre la implementación de autobuses híbridos. En cuanto al análisis económico será desarrollado de acuerdo a dos modelos diferentes de autobuses híbridos y se estudiarán para cada uno de ellos dos escenarios sobre el desarrollo de implementación tomando como referencia principal el recambio progresivo de unidades mediante el sistema de antigüedad de flota.