Resumen:
Las películas para envases de alimentos deben cumplir con ciertas regulaciones para proteger tanto al consumidor como al producto, y permitir una adecuada distribución y manipulación de los mismos. Inicialmente consistían en un solo material, los cuales siguen siendo adecuados para ciertas aplicaciones. Sin embargo, estos tienen limitaciones que impiden una utilización más amplia. Factores económicos y ambientales han llevado a reemplazar, en gran parte, las películas monocapa por películas multicapa. Las últimas reúnen las propiedades de varios polímeros diferentes en un mismo envase, otorgando así distintas características tales como barrera contra gases, vapor de agua o aromas, resistencia mecánica, sellabilidad, resistencia a altas o bajas temperaturas, etc. Gracias a esta disposición multicapa, los costos y el impacto ambiental pueden ser reducidos al aumentar la cantidad de capas, debido a que se necesita menos material que el necesario en un envase monocapa que cumpla la misma función.
En estas aplicaciones los polímeros más utilizados son el polietileno (PE) y el polipropileno (PP), acompañados en menor medida de otros como polietilentereftalato (PET), poliestireno (PS), policarbonato (PC), poliamida (PA) y polietilen vinil alcohol (EVOH) [3, 6]. Cada uno de estos polímeros tiene diferentes características que se combinan en una única película multicapa para lograr funcionalidades técnicas. Así, el PE y el PP aportan sellabilidad, barrera contra agua y resistencia a temperaturas; las PA otorgan resistencia mecánica, barrera contra los gases y resistencia a la perforación; el PET actúa como una barrera rígida y resistente contra los gases y el EVOH funciona eficientemente como barrera ante los gases, aunque es sensible a la humedad [2, 3, 6, 8, 9]. En la Figura 2 se observan las estructuras químicas de algunos polímeros típicos utilizados en estos envases.
Mail del los autores Talia Echeverria <talia1910@hotmail.com>